Si eres autónomo, seguro que alguna vez te has preguntado qué es la “exención fiscal”, a continuación te contamos su significado.
Qué es la exención fiscal
La exención fiscal es el hecho que libra a la persona física o jurídica de pagar impuestos de forma legal.
Por norma general, la presentación de impuestos siempre es obligatoria: no presentarlos supone incurrir en un delito.
Sin embargo, la exención fiscal está contemplada y regulada por Hacienda, por lo que el sujeto exento no paga los impuestos de forma legal.
Aplicación de la exención fiscal
Esta figura jurídica tributaria se aplica sobre todo, por una cuestión de equidad.
Cada persona debe contribuir a las arcas públicas en función de su capacidad económica y por esa razón se exime del pago de impuestos —como el de la renta o el IVA en los bienes y servicios indispensables— a las rentas de menor poder adquisitivo.
Estos dos casos se clasifican en la exención en impuestos directos o indirectos:
- Impuestos directos: los sujetos exentos con ingresos mínimos no pagan porque se busca equilibrar la economía.
- Impuestos indirectos: los bienes y servicios (normalmente imprescindibles) tendrán menos carga fiscal y serán más baratos
Además, hay actividades que ya de por sí, tienen exención fiscal, pero son casos muy concretos. En estos casos la exención va en función del tipo de actividad y no de quién la desarrolla. Por ejemplo, la venta de seguros está siempre exenta.
Diferencia entre exención fiscal y deducción fiscal
Como autónomo, es muy importante saber distinguir correctamente entre exención fiscal y deducción fiscal.
La deducción fiscal hace referencia a una reducción de la carga fiscal de un autónomo o empresa, pero cuidado, porque esta se aplica a posteriori.
Este es el caso de los gastos deducibles: por ejemplo, si te compras un móvil para el trabajo, después podrás restar este gasto a tus ingresos, sobre los que se calculan posteriormente los impuestos que debes pagar en la renta.
En cambio, en la exención fiscal el sujeto queda desde un principio exento del pago de impuestos.
Es decir, y no se trata de que Hacienda se lo devuelva después —como sucede con la deducción fiscal— sino de que no paga el impuesto directamente.