Control y gestión de gastos para autónomos: ahorra al máximo en impuestos

Para responder a este pregunta, debemos ir por partes, ya que los dos impuestos que más te afectan como autónomo —el IVA y el IRPF— funcionan de manera distinta.

El IVA de tus gastos:

Cada trimestre, debes liquidar el IVA de tus ventas y de tus compras con el modelo 303. 

Si el IVA de tus compras ha sido superior en un trimestre, Hacienda no te lo devuelve, pero lo puedes compensar en la siguiente declaración trimestral. 

Si llegado al cuarto trimestre del año, el IVA de tus compras ha sido superior al de tus ingresos, entonces sí puedes solicitar la devolución. 

La deducción de gastos en el IRPF: 

Los gastos deducibles reducen el beneficio que grava el IRPF. 

De manera que, cuanto más gastos deduzcas, menor será el beneficio que declaras y, por tanto, menor el IRPF que pagas. 

Hacienda, por consiguiente, no te devuelve los gastos deducibles. Simplemente, los calcula de manera que, cuantos más declares, menos impuestos pagarás. 

Aparte de los gastos deducibles de tu actividad, Hacienda aplica otras deducciones según tu situación familiar y personal (como tener hijos o padecer una discapacidad) y tu comunidad autónoma de residencia.  

Así es como funcionan las deducciones en la renta (muy resumidamente 😉).

Los gastos de vivienda son un ejemplo de gastos deducibles con límites y requisitos específicos. 

De entrada, puedes deducirte en el IRPF el alquiler y los gastos de suministros como el agua, la luz e internet. 

Los límites son los siguientes: 

• Para el alquiler: puedes desgravar el porcentaje de la superficie que usas para trabajar. Por ejemplo, si tu habitación ocupa el 10 % de la vivienda, puedes deducirte ese porcentaje en el alquiler. 
• De los gastos de suministro puedes desgravar el 30 % del porcentaje que ocupa tu despacho. Así, si ocupa el 10 %, solo podrás desgravar el 30 % de ese 10 % (por ejemplo, por una factura de 100 € de luz, podrías deducirte 3 €).

Además, debes cumplir unos requisitos específicos junto a los generales que te hemos mencionado antes: 

• Los contratos (de alquiler y suministros) deben estar a tu nombre.

En el contrato de alquiler no puede existir una cláusula que prohíba que trabajes como autónomo en tu vivienda.  

Si trabajas en casa y debes pagar el impuesto de bienes inmuebles (IBI) y el impuesto de basuras, puedes desgravarlos en tu declaración de la renta.

Para ello no necesitarás justificarlo con una factura, pero sí guardar el recibo del banco por si Hacienda te pide un comprobante. 

Sí, puedes contabilizar gastos sin factura. 

Pero para desgravarte el IVA, necesitarás siempre una factura. 

Por lo que respecta al IRPF, puedes deducirte determinados gastos sin factura.

Por ejemplo, el pago del alquiler (si trabajas en casa), la cuota de autónomo (100 % deducible) o el seguro médico, que es deducible pero con un límite anual.

Puedes deducirte un máximo de 500 € al año del seguro sanitario en el IRPF. 

Si es un seguro de familia, puedes deducir 500 € por cada miembro, siempre y cuando residáis en el mismo domicilio y tus hijos sean menores de 25 años. 

 El requisito específico para la deducción es que la póliza esté a tu nombre. 

Sí y no. Depende. 

Si realizas una actividad relacionada con el transporte de mercancías o pasajeros, puedes deducir el 100 % de tus gastos en el IVA y en el IRPF. 

Si no es el caso, pero aun así usas tu vehículo propio para trabajar (por ejemplo, para visitar clientes o ir a ferias), puedes deducir el 50 % en el IVA de la gasolina y otros gastos asociados (seguro, reparaciones, parkings, peajes, etc.). 

En el IRPF, sin embargo, no podrás deducirte nada.

No queremos saturarte con una lista hiperdetallada de gastos que te puedes deducir como autónomo. 

En nuestra plataforma, puedes consultar cada gasto y saber si lo puedes deducir según tu actividad. 

O hablar con tu mentor fiscal, un experto fiscalista que te asignamos al contratar nuestros servicios.