Seguro que alguna vez te has encontrado con el concepto “liquidación” vinculado a los impuestos o los intereses, como en el caso de la liquidación del modelo 303, o la liquidación del IRPF. A continuación te mostramos su significado.
Qué es la liquidación
Las acepciones más usadas para “liquidación” en el ámbito del autónomo son referidas a saldar una cuenta, pago de una deuda, venta de productos a precios muy bajos o disolución de negocios.
Según la RAE el concepto “liquidación” tiene tres acepciones:
- La primera es la propiamente dicha, acción y efecto de liquidar
- La segunda es la “venta al por menor, con gran rebaja de precios, que hace una casa de comercio por cesación, quiebra, reforma o traslado del establecimiento, etc.”
- Y la tercera explica la liquidación tributaria y expone: “Acto por el que se cuantifica el tributo que ha de pagar un contribuyente”.
Veamos esta última acepción: el pago y liquidación de impuestos.
Liquidación de impuestos qué es
El primer paso es saber diferenciar entre autoliquidación y liquidación.
La autoliquidación se da cuando somos nosotros quienes presentamos y pagamos el impuesto. En cambio, la liquidación se da por parte de la administración que es quien liquida el impuesto, es decir, calcula el impuesto y emite el recibo, por ejemplo en el IBI.
Ambos conceptos hacen referencia al pago de impuestos y sirven para retornar el importe a desembolsar a la Agencia Tributaria en concepto de los impuestos que el autónomo está obligado a pagar a la administración pública.
Liquidador de intereses
Otro de los usos más frecuentes del concepto es la liquidación de intereses. Se trata de dejar pagados los intereses que estás obligado a pagar para saldar la deuda.
La figura del liquidador de intereses es un puesto que se ha creado exclusivamente para gestionar la liquidez de un negocio y el pago a sus acreedores.
Estos liquidadores tendrán una serie de deberes que cumplir en nombre del negocio:
- Determinar y notificar el balance y los inventarios del negocio cuando se haga la liquidación
- Hacer las transacciones para finalizar la liquidación
- Representar en temas legales vinculados a la liquidación
- Entregar los bienes y los derechos del negocio para obtener ingresos
- Liquidar el pago a los acreedores
- Reclamar el cumplimiento de los pagos que están pendientes
En el caso de los autónomos, también existen aplicaciones que hacen el trabajo de estas figuras en las empresas. Se trata de herramientas que hacen el cálculo automático de los intereses moratorios y el autónomo solo debe ingresar los valores que se le van pidiendo.
En conclusión, la liquidación en el ámbito de operación de los autónomos significa terminar por saldar un pago obligatorio para no generar una deuda.