Como autónomo, probablemente te has preguntado qué es un “hecho imponible” alguna vez. A continuación te mostramos su significado.
Qué es el hecho imponible
El hecho imponible es la circunstancia de carácter económico y jurídico que obliga al pago de un impuesto.
Es importante diferenciar el hecho imponible del impuesto en sí. Por norma general, los autónomos conocen la obligación de presentar los impuestos por su actividad, pero no el concepto jurídico que origina esta obligación.
Veamos algunos ejemplos para entender mejor el hecho imponible.
Hecho imponible: ejemplos
En España, los autónomos, así como el resto de ciudadanía, tienen la obligación de presentar y pagar tanto el IRPF como el IVA. De estos impuestos, el hecho imponible sería el siguiente:
Hecho imponible del IRPF
El hecho imponible derivado del IRPF serían los rendimientos de capital y de las actividades económicas, así como los rendimientos del trabajo (la obtención de un salario por parte de un trabajador por cuenta ajena) o las ganancias y pérdidas patrimoniales.
Hecho imponible del IVA
El hecho imponible del IVA sería la prestación de servicios o entrega de bienes, la adquisición intracomunitaria y la importación de los mismos.
Como hemos visto hasta ahora, el hecho imponible es la base sobre la que vamos a adquirir obligaciones tributarias, y estas van a depender de los diferentes impuestos, ya que cada uno de ellos tendrá un reglamento propio.
Temporalidad de los hechos imponibles
En este contexto, aparece el concepto de temporalidad: el momento en el que se considera realizado el hecho imponible que da origen a la obligación tributaria por parte del contribuyente.
Por ejemplo, en el momento en que prestas un servicio, tienes la obligación de añadir el IVA y también se genera la temporalidad del hecho imponible.
Esta temporalidad termina cuando se autorice la emisión de la orden de pago correspondiente.
