Fraccionamiento de IRPF: definición

Te explicamos cómo funciona el fraccionamiento de IRPF y los pasos a seguir para hacerlo

Como ya sabes, el IRPF de los autónomos se paga anualmente en la declaración de la renta

Esta puede salir a pagar o a devolver dependiendo de tu resultado fiscal (si has tenido más o menos ingresos y gastos, cuánto hayas adelantado si presentas el modelo 130…).

Bien, pues ya te adelantamos que si la declaración sale positiva —es decir, si te toca pagar— puedes fraccionar el pago de IRPF en varios plazos. Ahora te contamos cómo funciona este fraccionamiento y cómo solicitarlo.

Cómo funciona el pago fraccionado de irpf para autónomos

Ya te lo hemos adelantado, el fraccionamiento del IRPF de los autónomos es posible.

En concreto, Hacienda permite pagar el impuesto en dos plazos sin ningún tipo de interés añadido 😱

Con el primer plazo afrontas el 60 % del importe, mientras que en el segundo plazo pagas el 40 % que te queda. 

Lo que muchos autónomos desconocen es que existe también la posibilidad de aplazamiento de pago, con la que se puede pagar a Hacienda en más de dos plazos o, incluso puedes pagar la totalidad de la deuda en otro momento. 

Pero cuidado, porque esta modalidad de pago sí que está gravada con unos intereses del 3,75 %.

Como siempre decimos, tuyas son las cuentas y de ti depende la decisión dependiendo de tu situación actual.

Pagos fraccionados de irpf: ejemplo

Imagínate que Pablo es autónomo y tiene un negocio de venta de ropa online. 

A Pablo le sale un resultado positivo en la renta y tiene que pagar 1.000 € de impuestos. Para ello, decide fraccionar la deuda y pagarla en dos plazos.

Bien, pues Pablo pagará el 30 de junio de 2023 el 60 % del importe, es decir, 600 € y pasados cuatro meses, concretamente el 7 de noviembre de 2023, se le cargará el 40 % restante, un total de 400 €.

Así, Pablo pagará el IRPF mediante un pago fraccionado en dos veces.

Cómo se puede fraccionar el pago de la renta: pasos

La forma de fraccionar el pago de la renta es muy sencilla.

Solo tienes que seleccionar la opción de pagar la renta mediante domiciliación bancaria y automáticamente el dinero se cargará en tu cuenta en las dos fechas fijadas: el 30 de junio para el primer pago y el 7 de noviembre para el segundo pago. 

Aunque esto supone una liberación porque ya no es un único pago de golpe, puede pasar que justo llegue ese día, se te olvide y en la cuenta no dispongas de la cantidad. En ese caso, deberás afrontar un recargo por no haber hecho frente al pago.

Así que es mejor que te pongas un recordatorio en la agenda del teléfono para que no se te pasen estas dos fechas.