Dar el paso a ser autónomo societario es un riesgo que muchos autónomos se atreven a dar pero sin conocer bien lo que implica.
En muchas ocasiones, ser autónomo societario no es la mejor opción para el negocio.
Sí, lo que oyes, ser profesional por cuenta propia, dependiendo de tu situación particular, puede reportarte muchos más beneficios.
Por eso, es muy importante conocer bien las bases que te ayuden a elegir la opción que mejor se adapte a tus intereses y también a los de tu proyecto.
En este artículo te contamos 6 aspectos que debes tener en cuenta para saber qué te conviene más: ser autónomo societario o trabajador autónomo por cuenta propia.
Pero antes, empecemos por aclarar el concepto fundamental.
Qué es un autónomo societario
Ser autónomo societario implica ser parte de la constitución de una sociedad. Esta puede ser constituida solo por una persona o por un grupo de autónomos societarios.
En caso de que decidas emprender con varios socios, esta es una de las opciones viables.
Lo primero será hacer el alta con el modelo 036 de la sociedad mercantil, y después habrá que pasar al alta de autónomo societario en la seguridad social, es decir, dar de alta al administrador y a los socios que correspondan.
No es posible que un mismo negocio sea llevado por varios autónomos sin ser una sociedad, cooperativa, comunidad de bienes o una forma de negocio que permita el mando conjunto.
Por otro lado, el autónomo societario, cuando constituye una sociedad limitada, tiene también limitadas las responsabilidades, es decir, no responde con todo su patrimonio ante la empresa.
Esto es positivo cuando tu empresa va a quiebra, pues no tienes que responder con tus bienes personales.
Por último, para ser autónomo societario, necesitas un capital mínimo, aunque, como verás más adelante, este requisito ahora es más fácil de cumplir.
Autónomo societario o por cuenta propia: 6 aspectos a valorar
En este punto igual te están surgiendo más dudas de las que tenías, pero tranquilo, voy a hacerte una lista de factores que debes tener en cuenta y así puedes decidir con más información en tu poder.
1. Beneficios: factor decisivo para ser autónomo societario
Uno de los principales motivos por los que un trabajador por cuenta propia decide constituir su proyecto como empresa es el volumen de beneficios que genera el negocio.
Este volumen suele tenerse en cuenta de forma anual. Si el autónomo ha conseguido ganancias que superan los 40.000 € al año es posible que sea más rentable tributar a la administración como una sociedad limitada.
Y ojo, porque aquí la clave está en entender que es algo posible, pero que no siempre se da. De hecho, hay muchísimos casos en los que no se da y ahora te explicamos por qué.
Esto es así porque a partir de esta cantidad, los impuestos son menores que los del autónomo ya que el tipo del impuesto de sociedades es fijo al 25 %. Los tipos del IRPF son progresivos, vas pagando más cuanto más ganas.
Pero esta ventaja solo tiene realmente valor si parte de los beneficios son destinados al patrimonio de la sociedad.
Si como autónomo societario prefieres llevarte todo el beneficio para tus gastos personales, tendrás que tributar por tu nómina o por los dividendos que te lleves.
Además, estos también tienes que incluirlos en la declaración de la renta. Porque sí, en una sociedad, el autónomo puede fijarse un sueldo y desgravarlo como gasto.
En ese caso, estaría declarando dos veces la misma cantidad pero con un concepto distinto: una por la propia ganancia de la sociedad y otra por dividendos. Ahora ya no parece tan rentable, ¿verdad?
2. Base de cotización mínima y cuota de autónomo
Al tema de los beneficios, debes tener en cuenta también la base de cotización mínima y la correspondiente cuota de autónomo.
Si estás de alta como autónomo societario al menos tres meses en un mismo año natural, la base mínima es de 1.000 € mensuales en 2024, muy superior a los 735,29 € de los autónomos no societarios.
Esto implica una cuota de autónomo mensual mínima de 313 € mensuales en 2024, con independencia de tus ingresos.
Nada que ver con la cuota mínima de 230,14 € de los autónomos no societarios.
Eso sí: al igual que estos últimos, puedes solicitar la tarifa plana para nuevos autónomos. Más adelante te daremos más detalles.
3. Fiscalidad del autónomo societario
El autónomo societario está obligado a presentar los modelos básicos que todo autónomo debe presentar. Por norma general son: el modelo 130 y el modelo 303. También deberá presentar los modelos que le toquen según su tipo de actividad y su negocio.
Además, el autónomo societario debe hacer balances, cierres anuales de la contabilidad y necesita un asesoramiento mercantil mucho más complicado y, por tanto, caro.
Pero no solo eso, también tiene que responder por su capital en el impuesto de sociedades.
Este es uno de los impuestos que se libra de presentar el profesional por cuenta propia, pero que sí que es obligatorio para el autónomo societario (y ya te adelantamos que no es moco de pavo).
Por último, ambos deben presentar la declaración de la renta anual para informar a Hacienda de su actividad durante el año.
4. Dificultad y costes de la constitución del negocio
Otra de las principales diferencias entre ser autónomo o ser autónomo societario es la constitución de la empresa.
Para los autónomos societarios, los trámites y costes de constituir una SL son mucho más caros y costosos que los de un profesional por cuenta propia. Además de lentos.
Puedes darte de alta como autónomo en un único día mientras que una sociedad necesita de un proceso que puede tardar entre 5 y 30 días.
Pero eso no es todo, porque en España se requiere un capital mínimo para poder formar una SL.
Para la creación de una sociedad, se exige que el autónomo societario aporte un capital social mínimo de 1 €.
Este capital mínimo, sin embargo, está sometido a condiciones cuando es inferior de 3.000 €:
- Al menos el 20% de los beneficios de la empresa deben ir a la reserva legal. Esta reserva se suma al capital social hasta llegar a 3.000 €.
- Si cierra la empresa, debes cubrir la diferencia entre los 3.000 € y el capital que pusiste para crearla.
A un autónomo individual, por contra, no se le exige un capital mínimo. Tan solo necesitas muchas ganas y un proyecto estable en el que embarcarte.
5. Costes de asesoría fiscal
Los costes de asesoramiento y gestoría fiscal son otro de los factores que diferencia la gestión de una SL del negocio de un autónomo.
Estos costes en asesoría suelen ser más elevados en el caso de las SL porque la contabilidad es mucho más complicada y laboriosa que la de un autónomo general.
Por esa razón, es muy importante tener en cuenta todos los factores relacionados con el negocio y es que todo suma ante una elección tan importante. Los gastos en gestoría también.
6. Tarifa plana para autónomos societarios, cuotas y bases de cotización
Los autónomos societarios también pueden solicitar la tarifa plana para nuevos autónomos en las mismas condiciones que el resto del colectivo.
Esto quiere decir:
- Pagar cada mes una cuota de autónomo de 80 € (86,66 € en 2024) durante los primeros 12 meses de actividad
- Beneficiarte de una prórroga de 12 meses más si los rendimientos netos anuales (la diferencia entre ingresos y gastos) están por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI)
Los requisitos son los siguientes:
- No haber estado de alta de autónomo en los dos años anteriores
- Y si fuiste autónomo con anterioridad y disfrutaste ya de la tarifa plana, deben haber pasado tres años
La tarifa plana debes solicitarla en el momento del alta.
Y en caso de que quieras ampliarla por 12 meses más, deberás presentar una declaración en la que indiques que, para ese año, prevés unos rendimientos netos por debajo del SMI.
En conclusión, aunque el autónomo societario también tiene tarifa plana, su base de cotización mínima (y, por tanto, su cuota de autónomo) es superior a la de los autónomos no societarios.
Con todo esto, como siempre decimos, tú eres el encargado de sopesar y decidir qué es mejor para ti y para tu negocio.
Ya sabes que si tienes dudas puedes solicitar una llamada gratuita de asesoramiento y nuestros expertos te asesoran dependiendo de tu caso en concreto.