¿Qué es la estimación objetiva y la estimación directa?
Al darte de alta como autónomo, debes escoger el modo de calcular y declarar el IRPF: por estimación objetiva o directa.
Se trata de dos sistemas, cada uno con sus propias particularidades.
La estimación objetiva se conoce también como sistema de módulos, mientras que dentro de la estimación directa existe la modalidad normal y la simplificada.
Esta elección es muy importante, porque de ella depende una serie de factores vitales para tu negocio.
Te contamos todo lo que necesitas saber para entender la estimación directa y objetiva, desde qué es a cómo afecta a tu forma de declarar el IRPF, pasando por las diferencias entre ambos sistemas y sus beneficios.
¿Qué es la estimación objetiva?
La estimación objetiva (o módulos) solo la pueden aplicar aquellos autónomos que cumplan los siguientes requisitos.
- Que su actividad o actividades estén incluidas en la Orden del Ministro de Economía y Hacienda que desarrolla este régimen. Algunas de las más comunes son las actividades agrícolas, ganaderas y forestales o algunas de comercio menor, pero puedes consultar todas las actividades incluidas en el régimen de estimación objetiva en la orden ministerial de 2024.
- Que el volumen de ingresos del año anterior para el conjunto de todas las actividades no supere los 250.000 €
- Que el volumen de los ingresos correspondientes a facturas de venta con retención de IRPF no supere los 125.000 €
- Que el volumen de compras en bienes y servicios del año anterior no superen los 250.000 € (menos las inversiones)
Pros y contras de la estimación objetiva
El sistema de estimación objetiva te permite saber con antelación cuánto vas a pagar cada trimestre con autónomo. Esto es así porque el autónomo que va a módulos siempre paga lo mismo.
Sin embargo, esto tiene otra consecuencia importante: nunca vas a pagar impuestos en función de tu facturación real. Da igual si tienes beneficios o pérdidas, con este sistema siempre te va a tocar pagar lo mismo.
¿Qué es la estimación directa?
El método de cálculo de la estimación directa tiene dos modalidades: la normal y la simplificada.
La estimación directa normal obliga a que la contabilidad se ajuste al código de comercio. Y esto complica bastante el tema.
Así que, si eres un autónomo con una facturación no excesivamente alta, tu vida va a ser más sencilla si optas por la estimación directa simplificada.
Como requisito para poder acogerse a la estimación directa simplificada, no se pueden llevar a cabo actividades cuyo importe de facturación supere los 600.000 € en el año anterior.
Diferencias entre la estimación normal o simplificada
En la estimación directa normal se puede escoger el sistema de amortización fiscal (lineal, acelerada o regresiva). En la simplificada se amortiza de forma lineal, es decir, de manera constante durante toda la vida útil de los bienes a amortizar.
Por lo demás, en el régimen de estimación directa normal no se permite que un autónomo se deduzca lo que se conoce como gastos de difícil justificación.
¿Estimación objetiva o directa?
Ahora ya sabes qué es la estimación objetiva y qué es la estimación directa.
Pero puede que aún no tengas claro cuál elegir.
Es muy importante tomar la decisión correcta, ya que una vez te acoges a una forma de declarar el IRPF, te va a tocar mantenerla durante 3 años.
Si con la información de este artículo todavía no tienes clara tu decisión, uno de nuestros mentores fiscales te puede ayudar en una llamada gratuita de asesoramiento.
Estudiaremos tu caso, te diremos cuáles son tus opciones y cuál es la que más te beneficia de cara a pagar menos impuestos.