Si lees habitualmente el blog de Declarando, ya sabes que la mayoría de veces escribimos sobre las obligaciones que tenemos todos los autónomos.
Esto pasa por saber bien cuáles son los principales modelos de impuestos y cómo presentarlos.
Y también por entender cómo hay que llevar la contabilidad de los libros oficiales para que Hacienda no nos busque las cosquillas.
También nos gusta hablarte de todo lo que puedes hacer para que tus cuentas estén más saneadas. Es decir, para que tengas más dinero para irte de vacaciones con la familia o a cenar con los amigos.
Por un lado, lo hacemos para que no pagues tantos impuestos y eso se consigue conociendo muy bien cuáles son los principales gastos que te puedes deducir como autónomo.
Y por otro lado, para que factures más por tus servicios y para eso creamos artículos para aprender a fijar el precio de tus servicios según el tipo de cliente.
Las ventajas de ser autónomo
Pero si hay algo que queremos defender a partir de ahora, es que ser autónomo mola. Los autónomos tenemos muchas ventajas respecto a los trabajadores por cuenta ajena y a veces parece que se nos olvidan.
Como sabemos que algunos de vosotros solo veis las parte negativa (pocas vacaciones, clientes morosos, estrés con los horarios, etc.) nos hemos propuesto escribir una serie de artículos para haceros la vida más fácil.
Con eso queremos hacerte ver de que la libertad que se tiene trabajando para uno mismo no tiene precio.
El precio del autónomo
Está claro que los trabajadores por cuenta propia tenemos que lidiar con la incertidumbre.
Eso pasa porque no sabemos cuánto vamos a cobrar un mes, no sabemos el número de clientes nuevos que podemos captar, no sabemos cuánto vamos a pagar en impuestos, etc.
Nos pasamos la vida mirando a final de mes, intentando adivinar qué tal nos van a salir las cosas.
Y esto se debe sobre todo a que no nos planificamos bien y a que no seguimos una serie de normas básicas que nos pueden hacer la vida más fácil.
Para empezar a ayudarte, hoy te voy a contar mis secretos.
7 trucos para autónomos que te pueden cambiar la vida
1. Juega con tus clientes en los últimos días del mes
Mucha gente piensa que hay que cobrar todo lo rápido que se pueda y pagar todo lo tarde que te dejen. Sin embargo un truco que yo siempre recomiendo es estar vivo con los clientes a final de mes.
Ve mirando lo que te sale a pagar en el trimestre (si llevas tu contabilidad con Declarando lo puedes hacer en cualquier momento, sólo tienes que ir hasta la última pantalla de presentación de impuestos y verás lo que te sale de resultado para cada modelo).
Si los impuestos suben mucho, quizás te debas plantear retrasar unos días la entrega de un producto o servicio, para que te tribute en el siguiente trimestre.
2. Utiliza una cuenta bancaria exclusiva para tu actividad
Nadie nos obliga a tener una cuenta personal y otra para la actividad, pero es muy recomendable. Vas a ser capaz de gestionar mucho mejor tu actividad.
Además, si tuvieras una inspección de Hacienda, será mucho más fácil tramitarla sin que hacienda descubra tus intimidades y saque conclusiones incorrectas que pueden acabar en inspecciones más completas.
3. Acostúmbrate a revisar todos los pagos que haces por el banco para no dejarte gastos por incluir
Cada mes te sacas el extracto bancario y lo revisas uno a uno comparando con el extracto contable de tus gastos. Recuerda que lo que le pagas a Hacienda está directamente relacionado con tus gastos.
La mayoría de veces los autónomos nos dejamos un montón que pueden ser incluidos en nuestra actividad. Y eso a final de año nos cuesta una pasta.
Recuerda que con el asesor virtual de Declarando descubres todos los gastos que te puedes deducir de forma fácil y sencilla.
4. Paga todo con tarjeta, transferencia o recibo
Olvídate del efectivo: es mucho más fácil controlar lo que gastas si lo puedes revisar siempre que quieras en tu banco.
Cuando tienes un negocio tienes que separarlo muy bien de tu vida personal. Como autónomos que somos tendemos a pensar que el dinero da igual de dónde salga, porque va a ir a parar el mismo sitio (es decir, a tu bolsillo).
Pero lo cierto es que esos pequeños detalles hacen que gestionar la economía de tu empresa sea una pesadilla.
5. Fotografía los justificantes de pago que te dan en papel
Hay aplicaciones para poderlos registrar y que no se te olvide luego contabilizarlos.
En el caso de que haya una inspección de Hacienda, nos van a pedir todos los justificantes y podemos tener una buena sanción si no los encontramos.
6. Si no tienes muchos ingresos y te planteas darte de baja de autónomo hazlo solo en la seguridad social
Como ya hemos comentado, por estar dado de alta en Hacienda no pagas nada, pero tienes la ventaja de que te puedes deducir gastos, en cambio en la seguridad social pagas una cuota fija todos los meses.
La Seguridad Social, en ciertas ocasiones permite no cotizar si tus ingresos no superar cierto umbral (el salario mínimo).
Te recomiendo que si te encuentras en esa situación, consultes en la delegación de la Seguridad Social de dónde vives, para preguntarles si en tu caso concreto podrías darte de baja de forma legal.
Es mejor que lo preguntes, porque la ley es un poco ambigua en estas cuestiones, y así te aseguras de no meter la pata.
7. Planifica tu renta anual
Recuerda, que todas las retenciones de IRPF que vas aplicando en tus facturas si te corresponde, así como los pagos del modelo 130, se van acumulando en tu “hucha” de impuestos para pasar cuentas en tu declaración de la renta.
Revisando lo que vas acumulando, y haciendo previsiones, puedes anticipar lo que pagarás de renta, y así de cara a final de año, podrás tomar decisiones varias como contratar un plan de pensiones —¿has oído hablar de los planes de pensiones de empleo para autónomos?—, amortizar hipoteca de vivienda habitual, etc.
Siguiendo estos consejos tendrás todo en orden y te será mucho más fácil llevar tu negocio. Podrás tener las cuentas más controladas, lo que supondrá tenerlas con más ceros.
Además, perderás menos tiempo en la gestión diaria, así que tendrás más tiempo para pasar con tu familia.