La liquidez y la solvencia son conceptos que pueden parecer sinónimos pero no. Tienen matices.
En este artículo te vamos a contar qué son y las diferencias entre los dos.
Porque solo si los conoces le darás la importancia que tienen y los tendrás en cuenta en las estrategias del negocio de cara al futuro.
Diferencia entre liquidez y solvencia
Su principal diferencia se da en el tiempo.
La liquidez es la cualidad que tienen los activos del negocio de convertirse en dinero y con ellos puedes hacer frente a los pagos a corto plazo.
En cambio, la solvencia se refiere a la capacidad que tiene un negocio para suplir sus deudas contando con los recursos suficientes para cumplir con las obligaciones financieras.
Es decir, si tienes activos para sobrevivir a las deudas a largo plazo, el negocio estará siendo solvente.
Es cierto que para que un negocio sea viable, es necesario tener liquidez, pero no todo negocio que tiene liquidez es solvente.
Esto sucedería cuando, por ejemplo, cuentas con dinero en efectivo en caja pero acumulas deudas financieras con proveedores y bancos.
Liquidez y solvencia: ejemplos
Imagina que tienes una tienda online que vende zapatos, y a ti los clientes te pagan al contado pero tú pagas a tu proveedor a 60 días.
Si te entran muchos pedidos, puedes pensar que eres muy solvente, pero no serlo. Sólo tener liquidez de forma temporal.
Ejemplo: Tienes un préstamo que pagas 5.000 € mes, que son 60.000 año. Por los zapatos ingresas de golpe porque es black friday 20.000 €, y tendrás que pagar 15.000 al proveedor al cabo de 60 días.
Ahora tienes liquidez, pero cuando pagues al proveedor, más las 2 cuotas de préstamos, serán 25.000 € y podrías no tener dinero.
¿Siendo autónomo me interesa tener liquidez o solvencia?
Como es obvio, lo mejor para que el negocio vaya sobre ruedas es tener liquidez y solvencia.
Para ello, te recomendamos tener un modelo financiero con vistas y previsión a largo plazo.
Que incluya estrategias que tengan en cuenta la liquidez y la solvencia del negocio con la finalidad de adelantarse a posibles problemas futuros.
Porque luego, pueden ser determinantes e irreparables.
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