¿Sabes qué es el impuesto de sociedades?
Seguro que alguna vez lo has oído en las noticias, se lo has escuchado a un conocido o puede que te toque presentarlo pronto.
Pero… ¿sabes realmente cómo funciona?
No te preocupes, vamos a explicarte brevemente su significado para que puedas entender de qué se habla cuando mencionan el impuesto de sociedades.
Qué es el impuesto de sociedades
El impuesto de sociedades es un tributo que grava los beneficios de las empresas y entidades con personalidad jurídica que tienen su residencia en España.
Para que lo entiendas mejor:
Por tanto, si eres un autónomo y creas una sociedad limitada o anónima, es importante que presentes este impuesto.
Cómo calcular el impuesto sobre sociedades: base imponible
La base imponible del impuesto de sociedades es el importe de la renta durante el periodo impositivo, menos las bases imponibles negativas de ejercicios anteriores.
Dicho así, igual te quedas igual, lo sabemos.
Pero aterrizado, se trata de calcular la diferencia entre los ingresos y los gastos (en el periodo que estás) con las reglas especiales del Código de Comercio y a eso le tienes que minorar las bases imponibles que hayan salido negativas en otras declaraciones.
Y así llegarás a saber la base imponible que, multiplicada por el tipo impositivo o porcentaje del impuesto que luego veremos, te llevará a conocer la cuota que le pagarás a Hacienda.
A esta cuota todavía puedes añadirle bonificaciones y deducciones para no pagar tanto, además de las retenciones y pagos a cuenta que esté soportando la entidad.
Tipos impositivos del impuesto de sociedades en 2022: cuánto se paga
Para encontrar la cuota hay que aplicarle, a la base imponible, el tipo de gravamen (porcentaje) que corresponda, según el tipo de entidad. Existen varios tipos:
- Tipo de gravamen general: 25 % para cooperativas de crédito, cajas rurales, mutuas de seguros, partidos políticos….
- Tipos de gravamen especiales: 25 % para microempresas, 15 % a entidades de nueva creación con base imponible positiva, 20 % cooperativas fiscalmente protegidas, 10 % entidades sin fines lucrativos y 1 % a sociedades y fondos de inversión o fondos de activos bancarios.
Este es el porcentaje que deberás aplicar a la base imponible dependiendo de tu caso en concreto.
Lo mejor en estos casos, como siempre decimos, es pedir ayuda a un profesional que se encargue de ayudarte en tus finanzas.
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