Me he propuesto escribir este artículo sobre la mejor forma de cobrar a tus clientes porque llevar un negocio, por más pequeño que sea, nunca es fácil.
Y la cosa se complica aún más si eres autónomo. Primero están todas las obligaciones con la Administración Pública que tienes que cumplir incluso antes de empezar la actividad.
Luego todo cada trimestre tenemos que pasar por el calvario de las declaraciones de impuestos. Por si fuera poco, no te olvides de que también tienes que llevar los libros oficiales. Muchos autónomos lo siguen haciendo con Excel y si lo inspecciona Hacienda, les suele caer un paquete por no seguir sus normas.
Aún con estas pequeñas complicaciones, no cabe duda de que trabajar para ti mismo es la mejor manera de trabajar. Por ese motivo cada vez hay más españoles que quieres ser autónomos. De hecho en 2025 la mitad de los trabajadores activos de este país ejercerán por su cuenta.
Las prioridades del autónomo
Cuando te haces autónomo, tienes muchas cosas entre manos. Pero no debes de olvidarte de que lo más importante para un autónomo es conseguir clientes.
En el momento que empiezas a vender, te empiezas a sentir mucho mejor. Y lo cierto es que no tienes una empresa de verdad, hasta que no tienes por lo menos un cliente.
Lo malo es que una vez tenemos la maquinaria en marcha, empiezan otra serie de problemas. Las empresas lo tienen fácil, en cuanto empiezan a crecer contratan a contables o financieros para que les lleven las cuentas y las previsiones.
Pero para los autónomos la cosa no es tan fácil. En la mayoría de ocasiones nos convertimos en hombres orquesta. En general no tenemos suficiente presupuesto para que nos lleven las finanzas y lo tenemos que hacer nosotros.
La importancia de la liquidez
Si tú estás en esta situación, aquí va mi consejo: lo más importante es que seas cuidadoso con tu liquidez, porque a veces aunque las cosas vayan bien, podemos llegar a sufrir igualmente para llegar a fin de mes.
Igual ahora estás pensando «¿Qué puede ir mal si estoy vendiendo mucho?». La respuesta clara a eso es «¡todo!». Es un caso muy habitual entre autónomos, tienes más clientes, sube la facturación pero continúan los problemas. Y cada vez le echamos más horas y llega nuestra cara de preocupación…
Esto se debe fundamentalmente a que no le damos la importancia a la gestión financiera como deberíamos. Lo sé, es complicado con la cantidad de cosas que tenemos encima.
Los 6 consejos para ahorrar como autónomo
- Cobra todo lo rápido que puedas, hay que ser rápido enviando la factura: esto lo veo con frecuencia, autónomos que envían todas las facturas juntas a final de mes. Este fallo es muy habitual, pensamos que de este modo somos mas productivos. Sin embargo lo que estamos consiguiendo son retrasos en los cobros que nos pueden desmontar las previsiones financieras.
- Si puedes cobrar de contado mucho mejor que aplazar los cobros, te ayuda a tener todo más controlado: aplazar los cobros tiene que ser una estrategia de marketing puntual, pero no es sostenible en el tiempo. En el momento que empiezas a aceptar el pago fraccionado, las dificultades de cobro aumentan exponencialmente. No sólo te va a costar mucho más hacer el seguimiento, también se complicarán los cobros.
- Si no le importa al cliente, es mejor que te pague con tarjeta o recibo domiciliado, porque así controlas cuando te pagan. Si les dejas que te paguen con transferencia, te pagarán cuando quieran (y a veces no es pronto).
- No financies a clientes: intenta parecerte a las grandes superficies que cobran al contado y pagan a sus proveedores a 60 días (o más, si se saltan la ley ☺)
- Lleva todos los impuestos al día, porque si no empezarán a llegar multas de hacienda, y vienen con recargo: este es quizás el consejo más complicado de seguir. Pero saltártelo te sale caro. Por eso yo te aconsejo que uses un programa de facturación como Declarando. Si llevas tu contabilidad en un Excel vas a cometer muchos errores en tu libros oficiales y seguro que acabas dejándote impuestos que tienes que presentar. Por ejemplo, no sabes el número de clientes que me preguntan «¿Qué es eso de las declaraciones informativas?» (si no sabes la respuesta a esta pregunta, te lo explico brevemente más abajo)
- Concentra los pagos a proveedores en un mismo día del mes, así sólo necesitas controlar la liquidez de tu cuenta bancaria los días anteriores: este es un truco que me gusta contar porque simplifica enormemente tu administración financiera. Además no tienes que estar continuamente mirando tu cuenta bancaria en busca de morosos.
Esto en cuanto a lo que se refiere a las mejores prácticas para empezar a cobrar mejor a tus clientes. Por otro ya te conté los mejores trucos para autónomos que quieres trabajar menos y ganar más.
Te los recuerdo brevemente:
- Tienes que utilizar una cuenta bancaria exclusiva para tu actividad y que sea diferente de la que usas para tu gestión personal.
- No te dejes ningún gasto por incluir. Para eso 2 consejos, usa una plataforma como Declarando (un autónomo que usa nuestro programa se ahorra de media 4.000€ al alo en impuestos) y acostúmbrate a revisar todos los pagos que haces por el banco.
- Paga todo con tarjeta, transferencia o recibo, olvídate del efectivo.
- Fotografía los justificantes de pago que te dan en papel y luego ve directo a la contabilización.
- Planifica tu renta anual: recuerda, que todas las retenciones de IRPF que vas aplicando en tus facturas si te corresponde, así como los pagos del modelo 130, se van acumulando en tu “hucha” de impuestos para pasar cuentas en tu declaración de la renta. Revisando lo que vas acumulando, y haciendo previsiones, puedes anticipar lo que pagarás de renta, y así de cara a final de año, podrás tomar decisiones varias como contratar un plan de pensiones de empleo para autónomos, amortizar hipoteca de vivienda habitual, etc.
Ah, lo prometido es deuda, te explico brevemente qué son las declaraciones informativas. Muchos autónomos piensan que las únicas obligaciones con Hacienda son las de pagar impuestos.
Lo que no saben es que la Agencia Tributaria también nos pide declaraciones que son puramente informativas y que en caso de no ser enviadas, acarrean una sanción (sin excepción).
Estas declaraciones tienen la finalidad de poder cruzar muchos datos entre todos los contribuyentes, que le permiten a Hacienda averiguar posibles incongruencias o fraudes, por eso es sumamente importante hacerlas bien. Hay declaraciones de muchos tipos, pero las dos más habituales son el modelo 390 y el modelo 347.