Artículo escrito por expertos

Inspección de Hacienda a autónomos: 9 claves para afrontarla

Toc, toc, aquí la inspección de Hacienda. ¿Se puede?

Sudores fríos, taquicardias, temblores… ¡Socooorro!

En fin, quizá no sea para tanto. 

Pero tampoco es para poco: una inspección tributaria es un asunto serio. 

Hacienda no siempre inicia una porque sí, aunque en algunos casos echa los dados y, si te ha tocado, mejor que tengas presente todo lo que te vamos a explicar. 

¿En qué consiste una inspección fiscal? ¿Cómo es su procedimiento? ¿Cuáles son sus consecuencias? ¿Y cómo actuar frente a ella?

Sigue leyendo para encontrar todas las respuestas a estas y otras preguntas 👇 

1) Qué es una inspección de Hacienda

Una inspección tributaria de Hacienda se refiere a un procedimiento que realiza la Agencia Tributaria para comprobar que cumples con tus obligaciones fiscales

La Agencia Tributaria es el organismo encargado de recaudar los impuestos en España. 

Y para que así sea, una de sus funciones es asegurarse de que autónomos, empresas y particulares cumplan con el pago de sus impuestos y la presentación de sus declaraciones fiscales. 

Una inspección fiscal puede ser de carácter parcial o general

De entrada, siempre tendrá carácter general, es decir, que afectará a la totalidad de una obligación tributaria. Por ejemplo, a tu declaración de la renta del año anterior con todo lo que ello implica (ingresos, deducciones, etc.). 

Pero también puede tener carácter parcial y afectar a un solo elemento de un impuesto o declaración. Por ejemplo, una deducción que te has hecho en el IRPF, el impuesto por el que tributa tu actividad. 

Durante una inspección fiscal, Hacienda te puede solicitar documentación como facturas, justificantes, libros contables y cualquier tipo de información relacionada con tu actividad económica. ¡Hasta puede presentarse en tu lugar de trabajo!

Si durante la inspección, Hacienda detecta una irregularidad, un error en tus declaraciones o que, por resumir, no estás cumpliendo con tus obligaciones, el resultado puede ser una multa.

Pero, ¿cuándo te investiga Hacienda?

2) Motivos de una inspección de Hacienda a los autónomos

La Agencia Tributaria puede hacerte una inspección por cualquier motivo que tenga que ver con tus obligaciones tributarias. 

Pero las razones más habituales son: 

  • Tus declaraciones no cuadran. Hacienda cruza todo lo que declaras con diferente información que consigue de otras fuentes (tu banco, clientes, proveedores y tus distintas declaraciones). Por ejemplo: los ingresos que declaras en la renta anual (modelo 100) y aquellos que declaras en el resumen anual de IVA (modelo 390).
  • Deducciones fiscales. La Agencia Tributaria puede interesarse por si están justificadas correctamente (que puedas demostrarlo, por ejemplo, con una factura). Por ejemplo, las deducciones por adquisición o rehabilitación de la vivienda habitual es una de las más investigadas por Hacienda (aunque no es algo exclusivo de los autónomos).
  • Gastos deducibles. Si deduces muchos gastos y tienes pocos ingresos, Hacienda puede sospechar. Sobre todo si es por un tiempo prolongado. Además, querrá comprobar que esos gastos están vinculados con tu actividad y que son necesarios para obtener ingresos. 
  • Operaciones intracomunitarias y alta en el ROI. Es decir, actividades con clientes y proveedores que residen en otro país de la Unión Europea (UE). El IVA intracomunitario es un foco de fraude fiscal. Hacienda lo sabe y le tiene el ojo echado. 
  • Ocultación de actividades. Esto es un eufemismo de economía sumergida, es decir, aquella que no se declara (ni siquiera el alta de la actividad en Hacienda). Tu atractivo aumenta si no aceptas pagos por medios bancarios o prestas servicios a particulares. 
  • Inspecciones aleatorias. Hacienda suele llevar a cabo “peinados fiscales”, aunque los sectores más investigados (por su mayor riesgo de fraude fiscal) son la hostelería y la construcción o rehabilitación de viviendas.

La mayoría de las inspecciones suelen iniciarse en el despacho de un inspector de Hacienda a partir de un requerimiento.

Las inspecciones in situ, es decir, en el lugar donde un autónomo tiene su actividad, son menos frecuentes. 

Diferencias entre un requerimiento y una inspección fiscal

Una inspección fiscal puede empezar con un requerimiento, pero recibir un requerimiento no quiere decir que Hacienda te esté investigando. 

Es más, la mayoría de requerimientos que reciben los autónomos no tiene nada que ver con una inspección tributaria propiamente dicha. 

Por requerimiento debes entender una comunicación que te envía Hacienda para solicitarte información o documentación

Puedes recibir un requerimiento porque has olvidado presentar una declaración o algo en una declaración no cuadra del todo. 

Una inspección fiscal ya son palabras mayores: ahí interviene un inspector fiscal de la Agencia Tributaria. 

Y si lo hace es por razones más bien gordas. Por ejemplo, una sospecha de fraude fiscal continuado que afecte al IVA o indicios de que no declaras todos los ingresos de tu actividad. 

Si quieres saber más sobre lo que motiva a los inspectores de Hacienda, puedes echarle un vistazo al Plan anual de control tributario y aduanero de 2023

Y si quieres saber cómo funciona una inspección fiscal, sigue leyendo. 

3) Cómo saber si Hacienda me investiga: el procedimiento de inspección tributaria

Hacienda está obligada a informar cuando inicia una inspección, según reza la Ley General Tributaria, su Santa Biblia.

Así se lee en el artículo 147.2

Hacienda puede informarte mediante una notificación (postal o electrónica) o personarse en tu lugar de trabajo o en cualquier sitio donde desarrolles tu actividad.

El procedimiento puede comenzar de oficio (a iniciativa de Hacienda) o a petición del contribuyente

Sí, el contribuyente eres tú 😉

Esto de que el propio contribuyente solicite una inspección puede parecerte absurdo:  ¿quién va a querer que lo investiguen?  

Pues bien, esto está pensado para inspecciones fiscales de carácter parcial. En estos casos, puedes solicitar a Hacienda una de carácter general porque, por ejemplo, creas que así saldrás más beneficiado. 

Dicho esto, el procedimiento de inspección cuenta de dos fases: la de instrucción y la de investigación

La instrucción: primera fase del procedimiento de inspección tributaria

En la fase de instrucción, el inspector se encargará de hacer todas las comprobaciones que crea necesarias. 

¿Y qué es lo que puede comprobar? La ley le da amplias facultades o poderes para verificar lo que sea. Pero podemos resumir estas facultades en: 

  • Examinar libros y documentos como tus libros de ingresos y de gastos, facturas, justificantes, contratos, etcétera. 
  • Inspeccionar bienes, elementos y explotaciones como el archivo donde guardas las facturas, el disco duro de tu ordenador, elementos que te has deducido (un vehículo, mobiliario), el lugar donde trabajas o donde desarrollas tu actividad (despacho, finca, etc.).

El inspector se considera un agente de la autoridad. Para entendernos: es como si fuera un policía. 

Por lo que es un representante de la autoridad pública y, entre otras cosas, deberá identificarse si así lo requieres (por ejemplo, si te visita en tu lugar de trabajo). 

La investigación: segunda fase del procedimiento de inspección tributaria

Terminada la fase de instrucción, el inspector documentará todas las actuaciones practicadas en un acta (un escrito formal). 

Ahí hará una propuesta de regularización en caso de que haya descubierto que no has declarado un impuesto o lo has declarado de forma incorrecta. 

Y, finalmente, propondrá una resolución para que se dicte un acto de liquidación, es decir, una orden de pago de lo no declarado dentro de unos términos o plazo. 

Si no ha descubierto nada irregular, entonces puedes darte por satisfecho. Ya ha pasado el mal trago y todo está en orden 😄

4) Inspección de Hacienda sin previo aviso: ¿es posible?

Esto es lo que puedes leer en la Ley General Tributaria, artículo 151.2:

“La inspección podrá personarse sin previa comunicación en las empresas, oficinas, dependencias, instalaciones o almacenes del obligado tributario, entendiéndose las actuaciones con éste o con el encargado o responsable de los locales”. 

Por lo que sí, la Agencia Tributaria puede hacer inspecciones por sorpresa 😱

La única limitación es tu domicilio particular

Si eres de los tantos autónomos que trabajan desde casa, Hacienda no puede entrar en tu domicilio sin una orden judicial. 

Esto se debe a un precepto constitucional (de nuestra Constitución). Y tiene que ver con la inviolabilidad del domicilio

Al tratarse de un derecho fundamental, solo un juez puede autorizar la entrada sin previo aviso de un inspector de Hacienda. 

Para esto, Hacienda deberá justificar, con indicios y argumentos, que es imprescindible para la inspección. 

Y entrar “para ver qué se encuentra”, como se citaba en una reciente sentencia del Tribunal Supremo, no es argumento suficiente para un juez 🧑‍⚖️

Un hombre viendo cómo afrontar la inspección de Hacienda

5) Cómo actuar ante una inspección de Hacienda

Lo fundamental que tienes que hacer ante una inspección de Hacienda es colaborar. No solo porque estés obligado (que lo estás por ley), sino porque es lo más razonable. 

Oponerte a la ley y a la autoridad, solo tiene una salida, sugería una canción de The Clash. Y es la de perder.  

Colaborar implica, entre otras cosas: 

  • Responder todas las notificaciones en el plazo señalado (este puede variar y se especifica en la notificación)
  • Facilitar a la inspección toda la información y documentación que solicite (facturas, justificantes, contratos, archivos, ficheros informáticos, etc.)
  • Permitir la entrada a tu local de trabajo o a las instalaciones donde desarrollas la actividad (si trabajas en tu domicilio particular, recuerda, necesitará una orden judicial)

Resumiendo con tres sinónimos: colaborar, cooperar y contribuir para que todo salga bien 😃  

Durante el procedimiento de inspección, tienes derecho a que el inspector:

  • Te informe de todas sus actuaciones
  • Te explique el porqué, es decir, con qué objetivo ha organizado esa inspección
  • Te aclare tus derechos (entre ellos, el de ser oído por la autoridad) y deberes (como el de colaborar)

Cuando termine la inspección y recibas el acta, puedes mostrar tu disconformidad con la resolución. 

Es lo que se llama acta de disconformidad y, para expresarla, basta con negarte a suscribir o recibir el acta. 

El acta de disconformidad

Tendrás derecho a presentar alegaciones en contra de la resolución. El plazo es de 10 días desde la fecha de notificación del acta. 

Si Hacienda no acepta tus alegaciones, te notificará el acto de liquidación con el importe y el periodo de pago. 

Ante esta situación, tienes dos opciones: 

  • Interponer un recurso de reposición, que es un escrito que mandas a Hacienda argumentando con pruebas que te opones al acto de liquidación 
  • Interponer una reclamación económico-administrativa ante el Tribunal Económico-Administrativo, es decir, ir a los juzgados

En las dos opciones, tendrás un mes de plazo a partir del día siguiente de la fecha en que Hacienda te notificó el acto de liquidación. 

Pero, ojo: no puedes interponer un recurso de reposición y una reclamación económico-administrativa a la vez. 

Lo recomendable es, primero, presentar el recurso a Hacienda. Y si no te da la razón, ir a los tribunales, es decir, presentar una reclamación económico-administrativa. 

También puedes ir a los tribunales directamente, sin presentar en primer lugar el recurso de reposición. 

En todo este proceso te recomendamos buscar abogados especialistas en inspecciones de Hacienda.

Una inspección, como te comentábamos antes, son palabras mayores. Puede ser un proceso más o menos breve, según también como lo gestiones. 

En Declarando, una asesoría fiscal especializada en autónomos, tenemos un equipazo de abogados fiscalistas que estará encantado de acompañarte y guiarte en todo este procedimiento.

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6) Cuánto dura una inspección de Hacienda

De manera general, puede durar hasta 18 meses. Lo que no quiere decir, claro, que Hacienda te vaya a investigar todo ese tiempo. 

Pero ese es el plazo máximo general que la Ley General Tributaria (art. 150) establece para las inspecciones tributarias. 

Ese plazo puede ser de 27 meses, según también la misma ley, en unas circunstancias que suelen afectar más a empresas que a autónomos. Es decir: 

  • Cuando la cifra anual de negocios sea igual o superior a lo investigado
  • Que formes parte de un grupo empresarial sometido al régimen de consolidación fiscal o al régimen especial de grupo de entidades, dos regímenes especiales del impuesto de sociedades

Como autónomo es difícil que se den en ti estas dos circunstancias, a no ser que seas autónomo societario

Por lo que ten presente, como plazo general, 18 meses. 

7) Cuántos años puede inspeccionar Hacienda a un autónomo

Hacienda puede investigarte en cualquier momento, con independencia del plazo de prescripción de tus deudas tributarias. 

Es decir, el plazo de prescripción de una deuda fiscal (por ejemplo, el pago del IVA o del IRPF) es de 4 años. 

Pero ese plazo no afecta a la potestad de investigar de Hacienda, según los artículos 66 bis y 115 de la Ley General Tributaria. 

Es decir, que no existen plazos para comprobar “hechos, actos, elementos, actividades, explotaciones, negocios, valores y demás circunstancias” relativos a tu obligación de declarar y pagar impuestos. 

Aunque hay una excepción: la Agencia Tributaria tiene un máximo de 10 años para comprobar “bases o cuotas compensadas o pendientes de compensación o de deducciones aplicadas o pendientes de aplicación”. 

Lo que, traducido, quiere decir: que Hacienda tiene un plazo de 10 años para investigar deducciones, bonificaciones, descuentos e ingresos en tus declaraciones fiscales.

8) Multas por inspección de Hacienda: qué debes saber

Las multas y sanciones de Hacienda son todo un mundo. Para que te hagas una idea, ocupan todo un capítulo de la Ley General Tributaria: 34 artículos de un total de 271. 

Es decir, que el 12,5 % de la ley, está dedicado a hablar de sanciones 😳

Pues bien, a priori es difícil cuantificar una multa o sanción en una inspección. ¡Hay tantos factores en juego! 

Pero puedes hacerte una idea a partir de las circunstancias que te explicamos a continuación y que puedes consultar, si la paciencia te acompaña, en el artículo 203.

Multas por no facilitar una inspección fiscal

No facilitar una inspección de Hacienda quiere decir no aportar información, documentación o dificultar el acceso de un inspector a tu local de trabajo. 

Con más concreción: 

  • Impedir el examen de libros de contabilidad, registros fiscales, ficheros, programas, sistemas operativos y de control
  • No permitir el acceso a los inspectores al lugar donde desarrollas la actividad

Pues bien, en estas situaciones, la multa es del 2 % de la cifra de negocios del último ejercicio en el que cometiste la infracción, con un importe mínimo y otro máximo.

El mínimo es de 20.000 € y el máximo de 600.000 €. 

Multas por no aportar facturas y justificantes en una inspección fiscal

Si la infracción se debe a que no aportas datos como informes, facturas, justificantes o cualquier otra documentación similar, las multas son las siguientes: 

  • Multa de 3.000 €, si no compareces, no facilitas la actuación de Hacienda o entregas la información requerida dentro del plazo establecido en el primer requerimiento
  • Multa de 15.000 €, cuando no haces nada de lo anterior y te ha llegado un segundo requerimiento

En el tercer requerimiento, la cosa se pone peor: 

  • La mitad del importe de la cuantía no declarada, si se conoce
  • Si no se conoce, la multa será del 1 % de la cifra de negocios correspondiente al último ejercicio relativo a la infracción

En ambos casos, la multa mínima será de 20.000 € y, la máxima, de 600.000 €.

En todas las multas que te hemos explicado hasta aquí, existe la posibilidad de pagar la mitad de la cuantía.

La única condición es que cumplas con lo exigido antes de que finalice el procedimiento sancionador o el procedimiento de inspección. 

Multas por no mostrar los libros de contabilidad 

Estrictamente hablando, los autónomos no deben llevar libros contables (eso es para empresas). 

Hacienda los llama libros de registro (o “Libros Registro”, en su estilo burocrático) y consisten en un registro separado de: 

Negarte a enseñar tus libros de registro a un inspector de Hacienda está sancionado. 

La multa es del 2 % de la cifra de negocios, con un mínimo de 20.000 € y un máximo de 600.000 €. 

Pero si la infracción se cometió antes del 31 de octubre de 2012, la multa es de 300 € en el primer requerimiento no atendido. 

Multa por coaccionar a un inspector de Hacienda

Coaccionar significa ejercer fuerza o violencia, en este contexto, contra un inspector de Hacienda para que no pueda cumplir con su deber.

Pues bien, esto es una infracción grave y está multado con 150 €

Multas por quebrantar las medidas cautelares en una inspección fiscal

Cuando estás inmerso en un procedimiento de inspección tributaria, Hacienda puede imponer medidas cautelares

Por medidas cautelares debes entender cualquier orden de la inspección para evitar, por ejemplo, que se destruyan, desaparezcan o se alteren pruebas. 

O, simplemente, para impedir cualquier acción que dificulte su trabajo. 

Esas medidas pueden ser, por ejemplo, una orden de alejamiento de tu local de negocio. O la confiscación de documentación y equipos. 

Pues bien, quebrantar estas medidas está multado con un mínimo de 3.000 € o lo correspondiente al 2% de la cifra de negocios del año natural anterior al de la infracción. 

9) Trabaja con una asesoría fiscal (y no solo para afrontar una inspección de Hacienda)

Una inspección es, en muchos casos, inevitable. Y no siempre porque hayas cometido adrede una infracción.

A veces, una inspección es una cuestión aleatoria: sí, te ha tocado un “peinado fiscal”. 

Otras es por una infracción que has cometido de manera involuntaria, sin saberlo. Por ejemplo, deducir gastos que la ley no autoriza cuando estabas convencido de que sí. 

Y, claro, cuando llega la inspección de Hacienda, ya es tarde, menos para pagar una multa por una infracción tributaria: para eso siempre estarás a tiempo si no haces las cosas como dicta la ley. 

Los autónomos —qué te vamos a contar— no tienen tiempo para estar al día de todo lo que dicen las distintas leyes fiscales. Aquí te hemos citado la Ley General Tributaria. ¡Pero es que hay más!

Por ejemplo, la ley de IVA, la ley de IRPF y sus distintos reglamentos. Y si a esto añadimos las novedades fiscales de cada año, la cabeza estalla 🤯 

Pues bien, para esto estamos nosotros: Declarando. 

Declarando es una asesoría fiscal para autónomos con un equipo de expertos fiscalistas que evitarán que la cabeza y tu negocio exploten ante tantas obligaciones y preceptos fiscales. 

Es más, no solo nos ocupamos de que cumplas todos tus deberes con Hacienda de manera fácil, casi sin darte cuenta. 

También nos preocupamos por que ahorres en impuestos todo lo que la ley permite. 

Apunta esta cifra, porque esto es lo que puedes ahorrar de media si trabajas con nosotros: 4.000 € al año.

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Javier Vivas
Autor:
Javier Vivas
Javier es periodista y redactor de contenidos. Lleva más de 7 años escribiendo sobre autónomos (facturación, impuestos, contabilidad, etc.). Le encanta leer, mantenerse informado y esas cosas. Cuando no está escribiendo o pateándose toda Palma con su hijo a cuestas, devora libros y revistas de todo tipo y sobre cualquier tema... ¡su curiosidad es infinita!