Los impuestos tienes que presentarlos dentro de un plazo determinado, pero ¿qué sucede cuando te equivocas en algo? Ahí es donde entra en juego la declaración complementaria.
Con las prisas, muchas veces presentas una declaración en Hacienda y luego te das cuenta de que no has incluido algún dato o has duplicado un ingreso o un gasto por error, etc.
En estos casos, la Agencia Tributaria te permite hacer una declaración complementaria para subsanar el error.
En este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber sobre la complementaria: desde qué es y cuándo se presenta, hasta cómo hacer una declaración complementaria de los distintos modelos.
Qué es una declaración complementaria
La declaración complementaria es una presentación corregida de un modelo o declaración que ya se ha presentado en Hacienda.
Es decir, cuando cometes un fallo y presentas un modelo incompleto o con errores, te toca presentar el modelo corregido, es decir, la declaración complementaria de dicho modelo.
A esto se le conoce habitualmente como «presentar la complementaria». Y se puede hacer con todos los modelos de impuestos, trimestrales o anuales.
- ¿Presentas el modelo 390 de IVA anual con un total que no se corresponde con tus liquidaciones de IVA trimestral? Te toca hacer la complementaria del 390
- ¿Te olvidas de incluir una factura en el modelo 111? Te toca hacer la complementaria del 111
Se entiende la idea, ¿verdad?
De todos modos, vamos a ver un ejemplo real de cuándo y por qué podrías tener que presentar la declaración complementaria.
Marta es una autónoma que presenta el modelo 303 de IVA con solo una venta de 1000 €. Al 21 %, lee sale un IVA de 210 €. Y como no registra gastos, el resultado del modelo le sale a pagar esos 210 €.
Lo presenta durante los 20 primeros días de abril, que es el plazo que tiene para ello, en concreto el día 15 de abril, y así lo domicilia.
Pero el día 16 se da cuenta que tenía una factura de ingresos por valor de 100 € que debería haber presentado, lo que supone que ha pagado 21 € menos de IVA de los que debería haber pagado.
Marta debe corregir su error y pagar lo que debe en la liquidación del IVA trimestral y para eso precisamente presenta la declaración complementaria del 303.
Cómo hacer una declaración complementaria
Igual tienes dudas sobre cómo se hace una declaración complementaria, pero es mucho más simple de lo que parece.
Para presentar una complementaria, siempre que sea dentro del mismo periodo de presentación de impuestos, solo tienes que modificar los datos y presentar el modelo de nuevo.
Eso sí, indicando que es una complementaria e identificando la declaración anterior que se está corrigiendo.
Puedes hacerlo desde el apartado habilitado para ello llamado: declaración complementaria. Este apartado lo puedes encontrar en todos los modelos.
Cuándo se presenta la declaración complementaria
La declaración complementaria se presenta dentro del mismo ejercicio fiscal que el modelo que quieras modificar o en un plazo en el que la deuda con Hacienda todavía no haya prescrito.
Si presentas la declaración complementaria fuera del ejercicio fiscal que te corresponda, tendrás que pagar un recargo con intereses por presentar la declaración fuera de plazo.
Excepciones en las declaraciones complementarias
Existen excepciones que debes tener en cuenta, porque puede que directamente no tengas la opción de presentar una declaración complementaria.
Para poder presentar la complementaria el importe a ingresar tiene que ser superior al de la autoliquidación que quieras corregir.
Es decir, si quieres corregir un error en una declaración por la que habías pagado 500 € pero su modificación supone que pagues 200 €, aquí tienes derecho a presentar la complementaria.
También puede ser por una cantidad a devolver o a compensar inferior a la anteriormente autoliquidada, pero no superior.
Esto significa que si Hacienda te tiene que devolver 500 € pero al hacer la declaración complementaria te sale a devolver 700 €, no tienes derecho a presentarla.
En conclusión, para poder presentar una declaración complementaria, siempre debe salir ganando la Agencia Tributaria.
Tipos de declaración complementaria
1. Declaración complementaria para rectificar autoliquidaciones
Para presentar la declaración complementaria y rectificar una autoliquidación debes estar en uno de los siguientes supuestos que puedan derivar en su presentación:
- Por errores u olvidos en declaraciones ya presentadas (siempre que el ingreso sea inferior —o la devolución superior— a lo que legalmente hubiera correspondido).
- Situaciones que motiven la pérdida del derecho a una reducción o exención ya aplicada en una declaración anterior.
Si el motivo por el que te planteas presentar la complementaria es uno de los mencionados anteriormente, solo tienes que volver a presentar el modelo corregido.
Debes rellenar el modelo corregido tal y como lo harías normalmente.
2. Declaración complementaria para rectificar el IRPF
Si quieres presentar una declaración complementaria en IRPF, para rectificar la declaración de la renta de años anteriores o por algún cobro fuera de plazo, esta no supone sanción por retrasos, ni intereses, ni recargos.
Si este es tu caso, tienes que presentala entre la fecha en que se perciban los atrasos y el final del plazo siguiente de declaraciones por el IRPF.
Es decir, si los atrasos te llegan entre el 1 de enero y el 2 de abril (inicio de presentación de la declaración de IRPF), tendrás que presentar la complementaria antes de julio (termina el plazo).
Si te ha llegado el pago después del inicio de presentación del IRPF (2 de abril), el caso es diferente.
El plazo para presentar la declaración complementaria iría desde el momento en que recibes el atraso hasta el final del plazo de la declaración del año siguiente.
3. Declaración complementaria para rectificar declaraciones informativas
Si cometes un error en una declaración informativa también tendrás que presentar la declaración complementaria para arreglar el fallo u olvido.
Porque aunque se trate de una declaración meramente informativa, eso no te exime de responsabilidades por haber cometido una infracción.
Es en este punto donde cobra especial importancia darse cuenta de los errores y, sobre todo, subsanarlos antes de que lo requiera la AEAT.
Si Hacienda comprueba que has presentado una declaración informativa de forma incompleta, inexacta o con datos falsos te expones a una multa de mínimo 500 €.
Pero la cosa cambia si te das cuenta antes y corriges tu error. En este caso, seguiría habiendo sanción, pero por declaraciones presentadas fuera de plazo, que es menor.
Como dice el artículo 198 de la Ley General Tributaria, si es un fallo en información general, y Hacienda se da cuenta, la multa es fija de 20 € por cada registro.
Debes tener en cuenta que son 20 € por cada dato o conjunto de datos referidos a una misma persona.
Además, para llevarse a cabo la sanción debe haber un mínimo de datos erróneos que se marca en 300 € y un máximo de 20.000 €.
Pero si corriges el error antes de que te llegue el requerimiento de Hacienda, estas sanciones (tanto las mínimas como las máximas) se reducen a la mitad.
Es decir, presentando una declaración complementaria, estaríamos hablando de una multa fija de 10 €, con un mínimo de 150 € y un máximo de 10.000 €.